14.12.09

Mi vida sin mí

A menudo mis zapatos despiertan angustiados,
alborotan el ropero un poco
y avanzan por el cuarto a lengüetazos,
(la alarma corretea por la estancia)

Los cajones sufren un shock nervioso
y vomitan tejanos y camisas en cascadas textiles.

En el techo las estrellas se vuelven kamikazes.
Oscuras supernovas,
prenden por donde pasan decenas de fuegos fatuos.

El reloj hace su particular huelga,
en pasiva rebelión,
presagia el juicio final de las doce en punto.

Ya no quedan segundos ni latidos.

Caen los libros, los viejos amigos.
Agitan sus páginas con presteza,
y los más viajeros
planean hacia la biblioteca más cercana.

No resisten tampoco las lámparas, y tulipas y apliques
estallan en mil haces de luces que se van,
que se van volando…

Mi muerte se acomoda como gato en el regazo.

3 comentarios:

  1. Que preciosa alegoria textil...y el titulo es una gran pelicula.

    Siempre me tengo que quitar el sombrero antes vos.


    k@T

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  2. Esos días ausentes de nosotros... Lo importante, es saber volver.

    Bravo, me gusta mucho.

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  3. No puedo decir nada. Te juro que no (pero eso es bueno). Estoy aturdida y maravillada.

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